Durante el sueño, nuestro cuerpo y mente experimentan actividad interna esencial. Aunque aparentemente inactivos, nuestros cerebros consolidan recuerdos, procesan emociones y restauran funciones cognitivas. Los ciclos de sueño profundo y ligero son fundamentales para la salud mental y física, facilitando la liberación de hormonas reparadoras y la reparación de tejidos. Además, el sueño juega un papel crucial en la limpieza del cerebro al eliminar desechos, preparándonos para enfrentar el día. Su importancia va más allá del descanso, influyendo en la concentración, toma de decisiones y regulación emocional.