La leyenda cuenta que Cupido, también conocido como Eros en la mitología griega, era el hijo de Venus y Marte. Este dios del amor y del deseo es representado como un niño alado con un arco y flechas. Se dice que las alas de Cupido simbolizan los aspectos volátiles del amor.

La historia relata que Cupido desempeña un papel crucial en hacer que surja el amor entre dos personas. Utilizando sus flechas doradas, dispara a ambas personas, logrando que se amen y se enamoren.

Además, Cupido es reconocido por sus dos tipos de flechas: una dorada con plumas de paloma, que concede amor, y otra de plomo con plumas de búho, que induce odio e indiferencia.

En una parte de la leyenda, Venus, la madre de Cupido, envía a su hijo a disparar sus flechas a alguien, pero Cupido se enamora profundamente al ver a la persona. Aunque la persona no puede ver a Cupido porque él es invisible, esto asusta al dios del amor, quien, en medio de la confusión, se hiere a sí mismo con su propia flecha. A partir de ese momento, Cupido queda perdidamente enamorado de esa persona, llamada Psique.